jueves, 1 de julio de 2010

Shit happens

El domingo perdió Portugal. Y yo que quería verlos al menos en cuartos de final. Todo el mundo se le tiró encima a Cristiano Ronaldo y no se porque, ni que de él dependiera enteramente la derrota. Los hombres en general parecen detestarlo. Todos tienen algo que decir de él, que sólo fue al mundial a lucirse ante las cámaras, que no hizo nada, que no jugó nada, entre otros comentarios fuera de lugar. Ah, supongo que es comprensible que se intimiden con un tipo que además de tener pinta es hábil. El domingo fue mi debacle futbolística al ver perder a su equipo ante España.
Japón, que para mi resultó ser la gran sorpresa del mundial perdió contra Paraguay por un tirar mal el miserable penal que les faltaba. Ese japonés debe estarse haciendo harakiri ahorita.
Lo bueno es que parece que va a ser una final sudamericana y eso está interesante. Ya no quiero irle a ningún equipo, porque creo que estoy con la suerte de Mick Jagger...

El lunes parecía haber empezado una buena semana, con el feriado y una salidita de amigas, pero ese fue una subida extraña dentro de una serie de días que cada hora se ponen mas extraños.

Ayer esperé dos horas y media a mi director de tesis. Llegando a la hora y cuarto comencé a barajar la opción de cambiar de director, que sería lo peor que me puede pasar ahora. Hace dos años vengo haciendo mi tesis y ya estoy por entregarla, pero necesito la aprobación de mi director, que todo el tiempo me cita para luego llamarme por teléfono y cancelar. Ayer fue la cuarta vez que lo busco. Me citó a las 6, lo llamé y me dijo que estaba en camino. Eran las siete y no llegaba, lo volví a llamar y me dijo que recién estaba saliendo de su casa y que mejor mañana. Le dije que ya estaba en su oficina y que mejor lo esperaba (manejé como 45 minutos en carro hasta su oficina). Llegó finalmente a las ocho y media y solo pudimos ver mi tesis hora y media porque la playa donde estaba mi carro cerraba a las diez.
El martes me volvió a citar y no se que pasará, pero ya no puedo dejarlo, tengo que seguir adelante y acabar como sea.

Quizá lo mas salvable es el trabajo, porque la familia siempre trae sus cosas y es como caminar por un campo minado. Mi vida sentimental está desértica pero no me quejo. Entre tantas huevadas que tengo que resolver, ya no tengo cabeza para pensar en esas cosas. Mejor lo dejaré todo para final de setiembre. Total, eso es lo bueno de andar soltera, que no tengo a nadie jodiendome con reuniones y compromisos.

Hay una sola cosa que me gustaría hacer este fin de semana y eso es bailar mucho. Hace tiempo que no pego de saltos y pasos descordinados con una chela en la mano(¿Manyan a Elaine de Seinfeld? Algo como eso...). No me vendría mal.