sábado, 26 de junio de 2010

La olvidada


Sábado por la noche. Cecilia me llamó para decirme que la chamba la tiene cagada y no va a salir hasta la una. O sea, ya fue nuestro plan de salir. ïbamos a un concierto de una banda local y ya sé que me va a pasar lo que yo llamo "la maldición de las bandas locales" que no es otra cosa que mi terrible suerte para poder asistir a un concierto de una banda, cualquiera, que me guste en ese momento. Esperé, esperé este sábado para salir y me cagaron las circunstancias. La perdoné porque me llamó para avisarme y no me dejó ilusionarme mas de la cuenta, ademas de ir a sacar plata para tener efectivo (no me gusta andar con la tarjeta de débito en estado etílico).

Colgué el celular y pensé que quizá Patricia sí se animaría. Ya le había mencionado el concierto, y me dijo que si quería ir, que si le parecía paja, que bla bla bla, pero a la hora de la hora ya había hecho planes con su novio. Una cena en no sé donde. ¿Una cena? Ah, en fin. No le dije nada más y quedamos en vernos el lunes. Es que ahora trabajamos juntas y no saben como la voy a joder. Le voy a decir que la pase de la puta madre y que pena que se lo haya perdido, para que se sienta cojudísima por estar con su novio treintón que asiste a cenas con sus amigos y seguro hablan de sus trabajos y toman vino y comen queso. ¡Y a mi que carajo con el vino y el queso!

Al diablo... De ahí ya me resigné a quedarme sola en casa. A pesar de eso, texteé a Olga para ver si tenía planes y no me respondió la miserable. Llamar a Carla sería una pérdida de tiempo. Ambas tienen planes, estoy segura, con sus respectivos novios.
Después de ellas, queda Larissa, que está saliendo con su ex, con el que sale por periodos espaciados de seis meses. Quiero decir, cada seis meses regresa con él. Lo gracioso es que ella todavía le sigue diciendo "ex" a pesar de estar saliendo con él, como si andaran juntos para no estar solos, supongo. Quien las entiende...

Luego de ese briefing de las posibles que podrían acompañarme a un concierto, juego con la idea de pasarle la voz a un patín que me insistía en salir hace ya varios meses pero que bloqueé en el msn porque francamente no me gustaba. Consideré la idea de desbloquearlo, pero luego pensé en mi última experiencia de ese tipo (salir con alguien que físicamente no me atrae mucho que digamos, por no decir absolutamente nada) y recordé que fue terrible, un fiasco total, así que desestimé esa idea por completo.

La única opción viable sería llamar a un amigo gay, pero luego va a querer llevarme a uno de sus antros homosexuales para dejarme botada por algún marica de metro ochenta y la verdad es que no me siento como para estar mirando esos espectáculos.

Así que, once again, me encuentro sola y sin planes. Y todo es por mi culpa, mi gran culpa. Si fuese Patricia, desbloquearía al patín este que no me gusta mucho y aceptaría salir con él. Conociéndome, me emborracharía, me lo agarraría y luego el lunes estaría cagada porque me daría cuenta que sobria no lo soporto. Así que no quiero pues. Insisto en esperar a un tipo que realmente me guste, que realmente me atraiga. ¿No debería de ser así? No estoy hablando de la química solamente, que al final de seis meses resulta una patraña total que se fue y nos dejó con un desconocido que no soportamos. Hablo de algo más, no sé, inteligencia, sentido del humor, y sobretodo, que quiera pasar tiempo conmigo.

Hoy soy la olvidada. La que mis amigas dejaron atrás por andar con sus parejas. La que no pudo conseguir un fulano mas o menos presentable con quien pasar el rato. La que es una quisquillosa de mierda y no soporta a nadie. La que no tiene planes para salir porque su única amiga soltera la canceló. La que se queda mirando por enésima vez "Shallow Hall". La que le gusta esperar para ver el sketch de Andy Sandberg en SNL pero que le gustaría poder contarle a alguien que se cagó de risa de "Laser Cats" sin sentirse una completa pelotuda. La que se afana mal con una banda y nadie entiende porque tiene que escuchar una canción diecisiete mil ochocientas cincuenta veces. La que dice un comentario sarcástico y que nadie entiende.
Por eso hoy me siento así. La olvidada.

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